El fuego ha sido una compañía y una fuerza, deseable y temida, por los seres humanos. Desde tiempos remotos permitió el desarrollo, pero también el riesgo. Los incendios provocaron grandes estragos, y a medida que las sociedades se fueron urbanizando, su peligro creció.
Desde la antigüedad occidental, en ciudades como Roma, se organizaron grupos para proteger personas y bienes del fuego.
En Chile, no obstante tener antecedentes previos, la historia formal de bomberos se inicia en Valparaíso, el 30 de junio de 1851, cuando se funda oficialmente la Asociación contra Incendio de Valparaíso, que es actualmente el Cuerpo de Bomberos de la ciudad.
Bomberos en acción a inicios del siglo XX. Iconografía en Diploma de Honor, Bomba Andes, 1917.
La Bomba Andes, Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, surge como una organización de la sociedad civil para hacer frente a incendios y emergencias. Su historia se inicia el 13 de agosto de 1885, un grupo de andinos comenzaron a dar vida a un espíritu de servicio y entrega, una necesidad de dar protección a la comunidad y organizados solicitan señor Gobernador de la época, don Darío Risopatrón Cañas una reunión para plasmar con voz firma la posibilidad de forma una compañía de bomberos para la ciudad de Los Andes.
Formalmente la historia de la bomba andes se escribe el 25 de agosto de 1885, cuando se constituyó formalmente la comisión para reunir fondos y comprar un carro bomba, que al luego de un tiempo, por aportes de vecinos y del Gobierno, concreta sus resultados. De esta forma, el 18 de septiembre de 1886, se funda la Bomba Andes, iniciando la vida bomberil en la ciudad, siendo su primer Director, el Gobernador balmacedista, Darío Risopatrón Cañas. Su consigna es “Unión es Fuerza”, trazando su accionar.
Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, con sus primeros voluntarios. C. 1890.
Los bomberos y sus compañías conforman organizaciones de la ciudadanía que agrupan a personas que democráticamente, año a año, eligen su oficialidad, contribuyendo con estas acciones a la formación y consolidación de la República. Junto con este ejercicio que iguala en derechos a sus miembros, las votaciones anuales permiten estimular el mejoramiento permanente de las gestiones institucionales y de servicio.
Su espíritu de entrega por el prójimo, su vocación republicana, la solidaridad interna, la permanente formación han creado una identidad social fuerte, traspasada por varias generaciones de voluntarios/as, que permite entender por qué bomberos, desde la sociedad civil, sigue prestando este gran y estratégico servicio público.
Primera Compañía del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, con sus primeros voluntarios. C. 1890.
Primer Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes en Esmeralda, en proceso de construcción, c. 1906.
Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes en Esmeralda, luego de la construcción 1904-1909, c. 1940.
La Bomba Andes en los inicios de su vida institucional, contaba con un cuartel ubicado frente a la Plaza de Armas, en calle Maipú. Con el desarrollo de la vida bomberil, se hace necesario contar con un cuartel más espacioso. Desde 1902, se realizan gestiones ante el Gobierno para que ceda el terreno que ocupa actualmente la institución, en Esmeralda esquina Rancagua.
Entre 1904 y 1909 se construyen las diversas instalaciones para ese cuartel, en adobe, madera y teja. Hacia la década de 1940, el primerino Esteban Sainz, impulsa el proyecto de un nuevo cuartel, más moderno y adaptado a las nuevas necesidades. En diciembre de 1946, se inaugura el actual Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes, en un diseño racionalista de grandes proporciones para la época.
Actual Cuartel del Cuerpo de Bomberos de Los Andes en Esmeralda, c. 1950.
Ejercicio de Bomberos en Plaza de Los Andes. 1906.
Durante el siglo XIX, las ciudades crecían en edificios, calles y bienes, haciendo la tarea de apagar incendios cada vez más compleja. Para un rápido y efectivo manejo y control de los siniestros, las diversas compañías de bomberos tendieron a especializarse en tres funciones principales. Las compañías de agua, encargadas del trabajo con mangueras y bombas para atacar directamente el incendio, vocación de la Bomba Andes.
Como apoyo a esta labor, las compañías de ganchos, hachas y escalas eran las encargadas de la labor de soporte, poniendo escaleras para la elevación de operadores de mangueras, permitir el ingreso a zonas interiores con las hachas, entre otras acciones. Por último, estaban las compañías de propiedad, que se preocupaban de evacuar bienes del interior de hogares e instalaciones. Con el correr del siglo XX, y los avances técnicos en carros bomba e implementos, desdibujaron esas especializaciones, apareciendo otras, como rescates, accidentes, emergencias químicas en otras.
Los bomberos, para llevar a cabo su cometido, deben apoyarse en equipos, herramientas e implementos que han evolucionado sostenidamente. Inicialmente, los bomberos andinos solo contaban con una bomba a palanca y baldes de cuero para apagar incendios. Luego, las bombas a vapor conllevan la necesidad de incorporar sistemas de mangueras y coplas (uniones), así como pistones varios. Para las coplas, se pasa de un sistema de hilos, a coplas ensambladas, las que evolucionan desde el bronce hacia el aluminio, disminuyendo el peso. Las mangueras de género, que se hacían pesadísimas al mojarse, pasan a mangueras de lona. Los avances han significado una mejor adaptación del trabajo de bomberos a la actual realidad urbana, incentivado un proceso sostenido de profesionalización de las labores bomberiles.
Ejercicio de Bomberos en Plaza de Los Andes. 1906.
Ejercicio de Bomberos en Plaza de Los Andes. 1986.